( REMODELACIÓN DE LA PÁGINA, ESPEREMOS QUE EL DISEÑO FINAL OS GUSTE, UN SALUDO)
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jueves, 10 de febrero de 2011

Día 1-3 Antonio: Adiós y bienvenidos al infierno.

Llegué a la puerta del hospital, los vi algo cansados por sus caras largas.

-¿Has traído el ibuprofeno, no?- Dijo Javier.

-Sí, no te preocupes, aquí  lo tengo. También os he traído una botella de agua para que lo os la toméis- dije mientras sacaba la botella de la mochila.

Les di la a cada uno sus respectivas medicinas y se las tomaron rápidamente.

-Lleváis mucho tiempo aquí, ¿seguro que estáis bien?- Dije.

-Sí, no te preocupes, hemos estado fueran durante tres horas y mucho, ha habido un escándalo con unos enfermos y bueno, nos han echado a las visitas- Dijo Alex.

-Sí, y para colmo mientras se escuchaban fuertes golpes y varios gritos, un gran escándalo, no sé que habrá pasado…- Siguió diciendo Javier.

-Vale pero lo importante, ¿Adri está bien?- Pregunté

-Bueno,  había mejorado algo, pero no lo vemos desde hace un buen rato, por lo que te he comentado y tal…-

-Bueno, me gustaría verle, ¿Vamos dentro?- Dije.

-¿Tan tarde? No creo que nos dejen- Dijo Javier.
 
-Si no lo intentamos, no lo sabemos ¿no crees?- Contesté.

Sin decir nada más, me senté en el banco, me quité los patines y seguidamente me puse las zapatillas, enganché los patines a la mochila, me levanté y fui hacia la puerta principal, pero al intentar abrirla, había algo que lo impedía, algo que la bloqueaba por dentro.

-¿Qué pasa, ábrela no?- Dijo Alex.

 -Joder, si no se puede, está atascado, además está todo muy callado, no creo que haya nadíe para abrirnos desde dentro- Dije.

Javier se acercó y le arreó una fuerte patada.

-Cierto, atascado, ¿Y ahora qué?-

-Todos los edificios estos suelen tener una puerta de emergencia por detrás, podemos ir a comprobar si la tiene- Dijo Alex

- Vamos, es la única y lógica opción- Dije.

Fuimos por un callejón  a la izquierda del hospital y comenzamos  a subir unas escaleras de metal pegadas al edificio.

Una vez arriba, pudimos ver la puerta  de emergencia medio abierta. Antes de entras pregunté:

-¿Cuál era la habitación?-

- La 279, en la segunda planta, y creo que estamos en la más alta- Dijo Alex.

Finamente, abrimos la puerta entera,  y lo que vimos nos dejó congelados, todo estaba destrozado, las luces chispeaban y el suelo encharcado en algunas zonas de sangre.

-¿¡Pero que cojones ha pasado aquí!?- Dije asustado.

-Tío, paso de entrar, esto antes no estaba así para nada- Decía Alex con voz temblorosa.
Mi cuerpo estaba acelerándose cada vez más, pero me decía que tenía que entrar.

-Yo voy a entrar, hacer lo que queráis- Dijo Javier.
Intenté tranquilizarme, pero el resultado era negativo, aun así acepté a seguirle.

-Espera Javi, aunque esté acojonado, no te voy a dejar ir solo. Voy contigo- Dije.

Alex nos miró con cara de angustia, y seguido de un fuerte suspiro se unió a seguirnos.
Una vez dentro, lo único que se podía escuchar era el abrumador silencio, el chispeo de las luces apagándose y encendiéndose aleatoriamente y pisando charcos de sangre, debido al no haber otra vía que no estuviera invadida por este desagradable liquido rojo.

-Tíos, entre el miedo, la tensión y el asco, no se si voy a soportar mucho consciente…-Decía Alex.

Ignoramos ese comentario y continuamos a bajar las escaleras. Cuando estábamos bajando del 
piso que estábamos al 4º -lógicamente el nuestro era el 5º- , cuando comencé a escuchar un intento de habla muy estendidos, que acababan en un genido, sin pronunciar ni una palabra entendible.

Paró Javi inmediatamente.

-Eh, ¿Quién á sido el de la coña?

-¿ Tú también lo has oído?  Me temo que no hemos sido ninguno de nosotros- Dijo Alex.

-Vamos, mejor no nos quedamos quietos, cuanto más tardemos en encontrarlo, más rápido 
saldremos de aquí- Comenté

-Sí, creo que es la mejor idea que has dicho en tú vida- Me respondió Javier.

Le miré con cara rara, pero pasé y continuamos bajando escaleras sin cesar de escuchar esos gemidos.

Cuarta…tercera…segunda planta, por fin llegamos.

Mientras bajaba pude ver el mismo destrozo en todas las plantas, pero algo más impactante; gente tirada en el suelo… no sé cómo se me ocurrió entrar… puta curiosidad.

-Ahora a la derecha, y creo que ya llegamos- Dijo Alex.
Seguimos la leve indicación y llegamos hasta delante de la puerta. Estaba cerrada, no con llave supongo, pero cerrada. La abrí con cuidado.

-¿Estás ahí Adri?- Pregunté

Cuando vi algo que sobrepasaba lo desagradable; el estaba tirado en el suelo con parte del pecho demacrada, los brazos casi fuera de la articulación y una pierna no estaba. Lo peor era su cara, un color blanco con trozos que ya no estaban y los ojos en sangre.

Era algo monstruoso lo que le habían hecho.

-Dios…¿Qué coño le ha pasado?- Dije mientras apartaba  un poco la vista de esa desagradable imagen.

Alex empezó a tener arcadas, mientras le caían lagrimones por la cara.

-Cuando os die que no iba a estar consciente, es por estas cosas, no las soporto- Dijo Alex.

Ni tú ni nadie idiota, pensé para mis adentros.

Entonces Alex se acercó, no lo soportaba, pero ver un amigo así era demasiado como para dejarlo sin más.

-Uff, ¿Estás bien? ¿Estás vivo verdad?- Preguntaba Alex

-Tío, ¿Estás mal? No te va a contestar, por dios, está –se le trabó la lengua- uf, muerto, está muerto Alex…- dijo Javi.

Al acabar de decir es, empecé a ver como comenzó  a moverse el cuerpo.

-¡Ves, está vivo!-  Dijo con una gran sonrisa.

Cuando le puso un brazo en el hombro a Alex y le agarró. El otro brazo se alzó cogiéndole de la cabeza y lo atrajo hacia el y sin más preámbulos le dio un mordisco en el cuello.

Un grito de dolor resonó en todo el hospital.

-¡¿Que cojones le está haciendo!?- Gritaba Javier.

- ¡¡Ayuda por dios!!- Decía Alex mientras no cesaban los mordiscos.
  
Fui hacia él, le intenté separar, pero le tenía amarrado demasiado fuerte. Entonces comencé a escuchar los gemidos cada vez más cerca, me a ver que era… un montón de gente demacrada y deformada se acercaba por los dos lados, casi bloqueando la zona de las escaleras.

-¡¡Tío, esto está lleno de…zombies joder,  no tienen pinta de otra cosa!!- Dije.

Javier estaba perplejo, Alex yacía en el suelo tirado, desangrado por los fuerte mordiscos que le habían dado.

-¿¡Alex, estás bien!?- Gritabas, sin ninguna respuesta-

-¡¡Javier tenemos que irnos, se está llenando de gente como esta!!- Le grité.

Le agarré del brazo y lo saqué fuera de la habitación, ya que el no daba indicios de moverse.  Las escaleras estaban llenas, todas las salidas estaban bloqueadas, ya que los pasillos estaban exactamente igual, parecía el fin…pero vi la posible salvación; el ascensor.

Estaba en un rellano en frente de las escaleras, como una pequeña sala de espera y por suerte no había conseguido bloquear esa parte.

Javier –dando algo más de sí que dejarse tirar- y yo corrimos hasta estar en frente de la puerta, viendo como nuestro campo de movimiento se reducía cada vez más y más.

Pulsé el botón para llamar al ascensor;  bien, había luz y funcionó.

Hubiera sido jodido al contrario.

Estaba en el 4º piso y comenzó a bajar  hasta llegar a la planta que estábamos y se abrieron las puertas…

Estaba vacío.

Entramos rápidamente  y pulsamos el botón del la planta cero, mientras podíamos ver como casi nos habían alcanzado, pero las puertas se cerraron.
Javier y yo nos miramos temblando.

Empezó a bajar a trasquilones, haciendo que perdiera un poco el equilibrio, hasta que me agarré a la barra lateral; parecía ser que el generador  de energía estaba roto.

Por fin llegamos.

Se abrieron las puertas y sentí un leve alivio; no había nada nadie.

-Tío, ¿¡Que mierda le ha pasado a toda esa gente!?- Dije

-¡¡Y yo que sé!! –Gritó Javier- ¡¡ Se acaban de cargar a un amigo, Antonio joder, eso es lo que menos me preocupa!!.

Antes de que pudiéramos darnos cuenta, por las dos escaleras comenzaron a bajar todo lo acumulado arriba de zombies.

-¡¡Mierda, corre, a la puerta principal!!- Grité mientras corríamos todo el pasillo hacia el centro hasta llegar a la puerta- ¡¡Desde dentro podremos abrirla seguro!!

Una vez allí, en frente, y perseguidos por cientos de zombies, pude ver la canidad de tablas y palos que atascaban la puerta.
Vi como Javier no se lo pensó ni un momento y comenzó a quitarlas.

-¡¡Espabila o nos pillan, vamos!!- Gritó.

Tuve el mayor fallo de mi vida; deberíamos  haber salido por la misma puerta que entramos, pero 
mi atareada cabeza pensante en la leve horda de zombies que nos perseguían, no quiso razonar que la puerta de abajo estaba bloqueada.
Empezamos por quitar unas barras metálicas que estaban encajadas a mala conciencia, pero  muy viejas y cedieron rápido- menuda suerte, nos pisaban los talones-y opte por no mirar atrás y ponerme más nervioso, y Javier estaba en la misma actitud.
Cada vez quedaban menos hierros encajados, pero los nervios me estaban matando y dando ganas de vomitar, cuando finalmente, consiguió Javier sacar el último hierro.
Abrimos de una fuerte patada los dos a la vez las puertas.
Por fin lo conseguimos…cuando noté que algo me agarró del hombre, intenté quitármelo de encima, pero me clavo las uñas profundamente.
Solté un agonizado grito de dolor.

¡¡Javier, ayuda!!- Le grité

Sin pensárselo, se lanzó a ello, pero uno de los zombies se abalanzó sobre él tirándolo al suelo. 

Entonces otro me mordió el brazo y se lanzaron el pelotón entero e irremediablemente caí abatido.
Lo último que pude ver era un amanecer, de los mejores que había visto, convirtiéndose en oscuridad; lo que en un principio iba a ser una simple visita a un amigo, se convirtió en mi perdición. Noté la mano de Javier que me buscaba la mía, la cual agarró fuertemente… era la suya y la reconocí, debido a que era la única que desprendía calor humano.

Empezaron a salir cientos de ellos fuera, hasta que una neblina cayó sobre mí, no sentía nada, el dolor cesó, solo noté una fuerte presión que poco a poco desapareció, convirtiéndose en una absoluta tranquilidad.

Mi fin había llegado…en fin, tu destino no es algo que puedes controlar, si llega tú hora, debes aceptarla, sin desdicha ni obstinación.

Realmente, este mundo se convertirá en el nuevo infierno, y me alegro de no estar en el.

¡Gracias por leer! A partir de ahora el escritor de Antonio se ha tenido que ir de el blog, y al fin, entra el nuevo escritor, despues de la ultima parte de Dia 2 Fran, aparecerá su capítulo y alguna sorpresa quizás, ¡Cuídense!

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