-¿Chico, que haces ahí?- el silencio seguía invadiendo la casa, mientras Rafa le seguía preguntando- ¿ no vas a decir nada?
-Rafa joder…no ves esos ojos, su aspecto, no es humano, está claro… es un gilipollez hablar con él, simplemente, ignóralo y vámonos, por favor, me voy a volver loco…- Decía mientras miraba a toda la habitación, quería creer que esto era un maldito sueño… pero era demasiado real.
De repente observé como la chica comenzó a levantarse, y mi vista se clavó en ella.
-Creo que tienes razón, perdón tío vámonos ya- Me dijo mientras se giraba la cabeza para decírmelo
-¡¡¡No apartes la cara!!!- Le grité
Efectivamente, era lo peor que podría haber hecho, no tardó ni un parpadeo la niña en correr hacia Rafa, que en este momento me estaba mirando a mí, cuando la pequeña chica corrió por la cama muy rápidamente y se lanzó desde el borde.
¡¡¡RAFAAA!!!- Solté la guadaña en la cual me apoyaba, y corrí hacia el salto de la chica, y sin pensármelo, ya sin espacio Rafa para hacer algo, le asesté un puñetazo que hizo que impactara contra la pared que había justo delante.
-¡¡Vámonos!!- Le dije- ¡¡Espabila!!
Cogí la guadaña y nos fuimos rápidamente fuera de ahí.
Al salir a la calle y bajar del porche, la ventana que daba a la calle de la habitación, pude ver como la chica se asomaba y arrastraba la mano ensangrentada por todo el cristal, como cuando un cazador se le escapa su presa después de colocar un buen cebo, hasta que con una sonrisa desaparecía de la ventana.
Un gran escalofrío recorrió mi cuerpo.
Corrimos hasta llegar a la calle de mi casa, aunque no cambiaba mucho, un maldito silencio que escogía todo mi cuerpo y mi ser, o lo poco que me quedaba de ser persona y no alcanzar un alto grado de locura.
Todo esta situación era un mierda, y no entendía absolutamente nada.
¡¿Por qué me ocurre esto, pero alguien podría explicar que está pasando?! ¡¡¡ESTO ES DE LOCOS JODER, NO PUEDO SEGUIR CON ESTO!!!- Dije
-Fran tranquilo, se que tienes que estar pasand..- Dijo Rafa mientras de cortaba
-¡¡¡NO LO ENTIENDES, NO ACABAS DE VER A UNA DE LAS PERSONAS QUE MÁS QUIERES MUERTA, Y NO PODER NI HACERLE UN FUNERAL POR QUE UN BICHO DE MEIRDA QUE QUIERE MATARNOS RONDA POR AHÍ!!! Es que también tengo que matar a una niña... voy a acabar peor de lo que creía- Caí rendido al suelo-
-¡¡Fran, tranquilo, lo hemos hablado antes, o matas, o te matan!!, en serio tío, tranquilo, seguro que todo esto acabará pronto… por favor, no estamos para que ahora no quieras ni hablar.. yo también lo estoy pasando fatal… anímate venga..-
Me decía finalmente tranquilo.
Le miré atentamente y me levanté quitándome las lagrimas que volvieron a aparecer.
-Lo intentaré, pero no tengo las cosas muy cuerdas ahora para razonar- Le dije- Lo más importante para antes de
reunirnos con todos… ¿ Tú arma?
-La dejé dentro cuando nos pusimos a limpiar..- Me dijo
Con un suspiro de angustia abrí el sótano que teníamos en frente, el sótano de mi casa.
-Adelante y rápido, coge el arma que mejor se te adapte y vámonos, la bici será mejor que la dejes aquí- Le dije con voz algo borde
-Vale, lo suponía, tranquilo, no es mi culpa todo esto- contestó
Comenzó a buscar y encontró al final de la pequeña sala un gran cubo con un robusto palo de hierro dentro. Metió un par de varazos al aire para comprobar su peso, cuando finalmente comprobó que se adaptaba bien.
-Perfecto, vámonos- me dijo
Salió y cerró seguidamente el garaje.
Empezamos a andar cuesta abajo, y pude darme cuenta del gran cielo encapotado, y que empezó a aparecer una leve niebla por todo el pueblo.
El cuerpo cada vez me reaccionaba menos a los sentimientos, tenía un bloqueo mental para no sucumbir a la demencia.
Algo más jodido estaba pasando… estaba anocheciendo con ese silencio tan perturbador al igual que escalofriante, reinaba todo los huecos de el pueblo.
Maldito horario de invierno, gente de esa suelta y la noche estaba encima, esto no iba a salir bien.
-Me cago en diox, ¿Y esta niebla? Apenas me deja ver tres pasos por delante de mí- Le dije a Rafa.
- Lo mejor que podemos hacer es colocar el arma delante nuestra, y si hay algún pirado de esos viene topará con el arma…espero- Me contestó,
Empezamos a avanzar la cuesta muy para abajo, hasta que pude ver que estábamos llegando a un supermercado que se
encuentra cerca del parque, gracias a eso pudimos orientarnos mejor, la niebla estaba siendo un estorbo.
-Oye, no nos hemos topado con ninguna persona por todo el camino, ¿verdad?- Le pregunté a Rafa.
- Absolutamente ninguna, por lo menos yo no he visto a nadie- contestó
Estoy no lo veía normal, hasta que al acercarnos al supermercado lo entendí; las luces descubrían todo lo que tenía delante, y no era algo muy agradable.
Un numero demasiado alto e incontable de gente gimoteando se empujaban por entrar en el supermercado, de le cual salían gritos de ayuda. Al parecer las puertas estaban bloqueadas y les impedía el paso a los enfermos… pero creo que los de dentro del supermercado tenían pocas posibilidades de salir vivos.
-Jo-der, ¿cómo se han reunido tanto ahí?- Pregunté al aire.
-Shh, como nos oigan la hemos cagado- me decía Rafa mientras me tapaba la boca- no me haría gracia que una Horda de enfermos me mataran ¿Sabes?
Mi cuerpo le entró un escalofrío al pensarlo. Fuimos por la otra calle paralela a esta, si estaban casi todos ahí, probablemente el pueblo estaría mucho más vacío.
Mientras nos alejamos escuchamos un gran golpe, como si algo se derrumbara…que que las puertas del supermercado habían cedido, y por muy lejos que estuviéramos se oían los gritos de desesperación de la gente; habían conseguido lo que querían… ahora había más motivo para avanzar por la calle opuesta sin pensárselo uno.
Empezamos a correr, no era nuestra mayor ilusión que nos pillaran o rodearan y probablemente la gente ya habría llegado ahí…si es que estaban vivos, en el peor de los casos.
Finalmente dimos a la plaza del parque de la encina, donde por suerte, estaban la mayoría de los que había citado. Entre ellos estaban Ignacio, Adri, Alex, Javi, Marta, Claudio, Rosa, Marina, y Raper- un mote a uno de los mucho Álvaro que conocemos.
Nos acercamos a todos ellos, todos tenían cara de desesperación, de agobio, de desmoronamiento… sabía como era exactamente esa sensación.
Vi como Adri y Javi estaban mirando a Alex que estaba tumbado en un bordillo que sobresalía de una valla; Al verlo me entró una rabia enorme…tenía un gran mordisco en el cuello.
-Fran, bien, has llegado…uf, no me siento muy bien…- decía casi susurrando.
-¿Crees que pondrá bien..?- me preguntaba Javi desesperado.
Podía ver como taponaban la herida con una chaqueta para parar la hemorragia…pero eso serviría de poco.
-Siento decir esto, pero no… no lo va a hacer, una vez que muerden a alguien he oido que no vuelves a ser la misma persona, te conviertes en uno de “ellos”-Dije.
A Javi le temblaba el cuerpo entero.
-Al menos veo que a ti te ha ido mejor de lo que pensaba..- Me dijo
Mi cuerpo ardía de rabia.
¿¡Mejor de lo que pensabas?!, no tiene ni puta idea por lo que he pasado…- Pensaba para mi mismo- Tranquilo Fran, el no tiene la culpa, solo se preocupaba.
Me tranquilicé un poco.
-Si bueno, no ha ido mal- Dije lo más creíble posible.
Rosa se acercó por detrás y vio a Alex, podía ver como grandes lágrimas caían por su cara.
-¡¡Por dios, hagamos algo!!-Gritaba
- Pues empecemos por callarnos, si gritas así, vendrán- Dijo bordemente Ignacio.
-¡¡Joder!! ¿¡Queréis atender vosotros también a Alex de un puta vez!? ¡¡Está peor que cualquiera de nosotros, venga
cabronazos, espabilar!!- Dijo Adri muy serio y cabreado.
Wow, increíble esa reacción de Adri, poco típica de el.
Hubo un breve silencio, hasta que intervine:
-Veo que estáis bastante paralizados por la situación, y aquí quietos, lloriqueando, gritando y pasando como si nada no vamos a llegar a ninguna parte, solo a que nos pillen. Os diré lo que haremos: Un pequeño grupo se moverá hasta el zubicentro- una plaza que está en el centro de el pueblo- al lado de ella está la armería, conseguiremos armas y utensilios útiles y los traeremos, otros dos buscarán un coche para salir de aquí rápido, y los que queden con Alex, ¿está claro?
Otro silencio volvió a reinar.
-Estamos peor de lo que pensaba, lo tomaré como un si, conmigo quiero que vengan, Rafa, Adri, Claudio, Ignacio y Marta, Raper y Marina buscareis el coche para huir, y finalmente, Rosa y Javi os quedareis con Alex ,hacer lo que podáis para que no sufra, venga, preparaos, ¡No perdamos tiempo!- La gente me miró y empezó a moverse, algo que no me lo esperaba de tan inmediato.
Fuimos cada uno para donde correspondía, pero diferentes caminos.
Empezamos a cruzar calles, pero estas eran diferentes…cuerpos tirados en el suelo desmembrados estaban esparcidos por los suelos, sin mencionarla gran cantidad de sangre que estaba por todas partes, una sangría no muy agradable para la vista.
Podía ver como Marta apartaba a vista de estas cosas, se notaba que había visto otro, debido a su débil impresión al verlo, pero aun así no era algo bonito de ver.
Finalmente, entre calles, y varios giros, llegamos a la tienda, aparte de cuerpos tirados sin más y mucho silencio, no había nada que llamara la atención en los alrededores.
La tienda estaba oscura, igual que la noche la cual había invadido el cielo por completo, haciendo extrañamente que la niebla se despejara un poco y permitiera al menos, andar sin temer encontrarte a más de 6 metros algo que pueda matarte.
Nos pusimos delante de la tienda pudiendo observa como estaba la luz apagada, pero la puerta entornada, mostrando una leve línea de oscuridad.
Claudio se adelanto murmurando algo sobre los locos.
-¡Espera, Claudio, no sabes lo que puede haber ahí dentro, por dios, no seas idiota!- Dijo Marta asustada
Claudio abrió la puerta con cuidado y encendió la luz; pero dentro no había nada que nos pudiera atacarnos, si no algo más bien viceversa, un cargamento de armas, entre ellas 9 mm, escopetas de caza, y un par de francotiradores, más que una armería, era un tienda de caza, leve error.
Pude ver como la guadaña se le estaba resquebrajando la madera, no duraría muchos impacto más. Entonces, pude ver, como uno de los locos se acercaba poco a poco desde la otra acera en frente de la tienda, y mi cuerpo reaccionó solo, sin dudarlo, fui hacia el, agarrando ferozmente la guadaña.
-¿¡Donde vas Fran, que haces!?- Me gritaba Marta.
Si uno ya estaba aquí, era probable que los demás estaban ya repartidos por todo el pueblo, y habían alcanzado su festín.
Seguí corriendo hacia el tío, puse verticalmente la guadaña, y le di con el canto de la hoja en el pecho para que perdiera el equilibrio, y en el mismo instante, le di un patada directa a los pies haciéndole caer de espaldas.
Le pisé el cuello muy fuerte y comencé a clavarle repetidas veces la guadaña en la espalda, con todas mis fuerzas, chorros de sangre empezaron a salir de los agujeros, toda la ropa la tenia empapada, pero no paraba de moverse, en un intento de levantarse, y pensé lo que pasó en mi casa, como mató Rafa a la chica de un golpe…
Su punto débil era la maldita cabeza.
Le di con todas mis fuerzas en la cabeza cuando pasó lo lógico; la hoja de la guadaña se partió por la mitad, dejándola para el arrastre. Me quedé mirando al tío, cuando puede observar como tenía un gran rotura en el cráneo.
Perfecto.
Tiré el palo a la calle, y sin pensarlo dos veces, se la pisé.
Esta sensación me resultaba reconfortante a la vez que macabra, los sesos esparcidos por la acera manchaban mis zapatos y la parte baja de mi pantalón.
La sangre caía calle abajo, colándose por una alcantarilla situada al final.
Miré al cielo, la luna llena cebaba al cielo con su luz, haciendo que la niebla casi desapareciera.
Los rayos que yo veía de luna eran diferentes, bañados en rojo, acompañados de una macabra sonrisa que apareció sin más
en mi rostro.
Mi locura estaba empeorando, pero lo peor de la situación, era que no me daba cuenta de ello, solo sentía un gozo que nunca había sentido, una sed de venganza insaciable, mezclada con un toque de locura.
Con esa macabra sonrisa volví a entrar en la armería.
Cuando Claudio me preguntó asustado:
-Fran, ¿estás bien? Lo has destrozado, y da miedo esa sonrisa que estás poniendo…- Decía en voz baja y con el mismo miedo.
Cambié lentamente la expresión, normalizándola un poco.
-Vamos, tenemos que coger todo lo que podamos, si hay uno aquí, puede que dentro de poco haya cien más- Dije muy serio.
Sin ninguna palabra más que otra de nadie, empezamos a rebuscar cada rincón de la tienda buscando todo lo necesario para llevarnos.
Era un agobiante contrarreloj, donde lo que hemos apostado esta vez todos, eran nuestras vidas.
Comentad el capítulo, por favor, los usuarios no registrados también pueden, quiero opiniones, me vendrian bien, ¡Gracias por leer!
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Muy buen capitulo, me encantó, como todos los demas, seguid asi!
ResponderEliminarNecesita algunas correcciones (sé que soy muy pesada, pero mejor ser crítica xD), aún así no se hace pesado y... qué leches, me ha dejado con intriga. Sigue así, mamonaco, y actualiza pronto.
ResponderEliminarMe encanta este capitulo, de momento me e visto todos xD
ResponderEliminarSeguid asi chicos¡¡